viernes, 21 de enero de 2011

Al paso que vamos, un día seremos todos alemanes. Y he pensado que podría hacerles a ustedes una pequeña lección introductoria para que se vayan familiarizando con los secretos de la lengua germánica. 

     Olviden ante todo la sencillez, la claridad y la musicalidad de las lenguas latinas. Piensen que van a enfrentarse con una lengua gótica. Goethe decía que el destino alemán es el de complicar las cosas, y Nietzsche reprochaba a sus compatriotas su tendencia a ser siempre lo contrario de lo que deberían. La lógica idiomática alemana es una lógica al revés. No digan nunca "Hoy he desayunado una tostada de mantequilla", sino: "Yo he hoy una con mantequilla tostada desayunado". El participio pasado va siempre en la cola, aunque las frases sean muy largas y llenas de circunvalaciones.

    Al contar inviertan los términos en vez de decir cincuenta y dos, digan dos y cincuenta. Cuando quieran comprarse unos guantes pidan unos "zapatos para las manos", y si necesitan una toalla pidan "una sábana para la mano". No digan "un señor muy gordo", sino "un muy gordo señor".

     Si se enfadan y necesitan algunos insultos para desahogarse, olviden los gruesos tacos españoles, digan por ejemplo "condenado todavía una vez". Ese es uno de los grandes arrebatos de furor. O también "tú cerdo sucio". Y ya como máximo: "bésame las posaderas". En comparación de los insultos españoles, los teutónicos son inofensivos. Cuando veo a un alemán fuera de si me dan ganas de reír.

      Pasemos a los lances de amor. Si dicen a alguien "te quiero", tienen que añadir el "yo" y el "ti", porque los alemanes no saben vivir sin el pronombre personal. Orden es orden. Sin la partícula nominal, los verbos no tienen sentido. Por cierto, verbo no es verbo, sino una "palabra de actividad". Muy lógico, (no es cierto). Y por favor, olvídese de los castizos piropos carpetovetónicos. Las mujeres teutónicas aceptan los "cumplidos" dichos en la intimidad, pero no los piropos al aire libre. Es cuestión de método. 

     Si tienen necesidad de dirigirse a un policía, no le llaman simplemente "Polizist", que eso suena a muy poco; llámenele "señor hombre protector", y seguro que se sentirá satisfecho. Y si a pesar de este tratamiento versallesco les pone una multa, esa multa se llama "un castigo de dinero", la acera no es la acera, sino "la vereda de los ciudadanos" y si toman el tranvía, viajarán en el "vehículo de la calle". La enfermera no es la enfermera, sino la "hermana de los enfermos". Y si una señora necesita un dedal, no pida una cosa tan prosaica, sino "un sombrero para el dedo".

       Y no cometan el error de creer que los géneros alemanes coinciden con los castellanos. El sol no es un varón, sino una dama, y la luna un señor, y no una señora. Para designar el género de los sustantivos a los alemanes no les  basta con los artículos masculino y femenino., sino que emplean también el neutro "das"
La señorita no es "la" señorita; sino "lo" señorita, lo mismo que "lo" niño, "lo" cabello, "lo" cerveza y muchos otros. ¡Y pensar que a los ingleses les basta con el "the"!. Para dar mayor relieve a los sustantivos, los alemanes les escriben siempre con mayúscula. 

      No olviden nunca el usted. A los alemanes les gusta que les llamen continuamente señores; señor aquí, señor allá. Los obreros se pasan todo el día diciendo a sus colegas: "Herr Muller, Herr Scheneider". Nada, pues, de familiaridades, tampoco entre gente que lleva treinta años de conocerse.

     Cuando quieren decir que alguien es orgulloso, nos toman como ejemplo: "Slolz wie ein Spanier" orgulloso como un español. También nos toman como ejemplo para designar a los guardias a caballo. Cuando en algún lugar del mundo un pelotón de policías a caballo carga contra una manifestación, los alemanes dicen que entraron en acción "los jinetes españoles". Ya ven que la leyenda negra ha dejado su huella hasta en el lenguaje internacional. 

    El alemán es muy difícil de traducir, Josep Pla escribió no hace mucho en su columna de "Destino" un sabrosísimo artículo sobre la problemática de las traducciones, y lo que él decía en general es especialmente aplicable a la lengua de Goethe. Yo he llegado a escribir sin grandes dificultades un libro directamente al alemán, pero a veces me he torturado inútilmente intentando vertir a la lengua de Cervantes una frase o un simple concepto. He admirado siempre a los héroes que se atreven a traducir a Marx, a Hegel o a Heidegger. Y no busquen un buen diccionario alemán-español y a la inversa, porque no los hay.

     El alemán es un idioma sistemático y disciplinado, el castellano individualista y anárquico. Allí todo son reglas generales, aquí excepciones y verbos irregulares. Los alemanes hablan casi siempre igual, mientras que cada español se construye su propio lenguaje.

     Y es que, en rigor, los idiomas son intraducibles, cómo es traducible e inimitable el alma de un pueblo. De ahí el fracaso del esperanto y el resurgimiento de las lenguas vernáculas en la vieja Europa de los centralismos.

Goethe: "El destino alemán es el de complicar las cosas"



6 comentarios:

  1. Muy bueno.

    Ya por la sonoridad siento un rechazo hacia el alemán.

    Habrá que profundizar en el idioma (y liberarme de prejuicios)

    Un abrazo.

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  2. Un fin de semana más me tienes paseando entre tus cosas. Siempre geniales. Buen weekend.

    Saludos y un abrazo.

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  3. ¡Anda ya! Yo es que al castellano le quiero con todo mi corazón y ningún otro idioma me llena tanto; pero no hay nada como conocer y aprender de todo, ¿no?
    Justamente yo estoy en una etapa donde debo aprender un poco de los idiomas nórdicos (en particular el sueco, porque mi prometido es de allá) y es que no termino de entender la gramática.
    Supongo que es porque no tiene nada que ver con las lenguas romances.

    En fin.

    Recibe un gran, gran abrazo lleno de cariño, encanto.

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  4. Emilia, a mi también me causa problema esa SONORIDAD, el simple hecho de decir Ich liebe dich ... Me suena a NO TE AMO... Dos abrazos para ti*

    Sonrisa, gracias por pasarte. Bonito fin para ti.

    Siberiana, entiendo lo del sueco. Creo que es una experiencia fabulosa aunque a nuestro castellano no lo cambiemos por nada. Un besazo preciosa.

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  5. Jaja y lo mejor está por venir. He decidio que ya de ya recobraré mis notas de clases no apreciadas y estudiaré con ahínco... luego haré mi examen y estudiaré de lunes a viernes este (lo diré) bonito idioma :) porque también tiene lo suyito... jaja jaja sino porque tu querube estudiaba eso ¿No? Me encanto y espeor pronto escribirnos auf deutsch!

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  6. Sí mi Liux. Me agrada la idea de que recobres tus notas a la de ya =)

    Sí, mi querube estudiaba ese idioma.

    Ich liebe dich!!!!!

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